Un escaparate único en un marco excepcional
Situado en el corazón del Puerto Viejo, el Salón Náutico de Marsella combina encanto mediterráneo, convivencia e innovación. Desde su creación en 2023, el salón no ha dejado de crecer, conservando al mismo tiempo un formato humano, propicio a los intercambios personalizados entre profesionales de la náutica y visitantes.

Se espera que este año salgan a flote más de 30 yates nuevos, con acceso gratuito para descubrir los últimos modelos de los principales constructores. Novedad para 2025: un espacio dedicado a las embarcaciones de ocasión recientes, con la garantía de los astilleros.
Proyectos emblemáticos en el orden del día

El salón presenta una amplia gama de marcas emblemáticas: Dufour Yachts, Fountaine Pajot, Beneteau, Bali, Jeanneau, Aventura, Lagoon, Bavaria Yachts, RM Yacht y X-Yacht. La gama se completa con los grandes nombres del equipamiento, los servicios y la velería: Elvström, Voiles de Saint Mandrier, Raymarine, Nautiservie y Lizmer.
Un programa dinámico y participativo
Además de los paseos en barco, el Salón Náutico de Marsella ofrece un rico programa:
- Pruebas de mar (previa reserva) a bordo de RM, Dufour o Dehler
- Talleres temáticos diarios de 17.00 a 18.00 horas:
- Jueves: Financiación, compra y venta de un yate
- Viernes: Dominar la electrónica de a bordo
- Sábado: Comentarios sobre la Grande croisière
Todo en un paquete asequible: entrada 5 euros, pruebas de mar aparte, talleres incluidos en el pase.
Ambiente acogedor y espíritu comunitario

Detrás del espectáculo, una iniciativa dirigida por Med In Voile, en colaboración con profesionales de la náutica comprometidos con la promoción de la vela en todas sus formas. El CNTL, socio del evento desde hace mucho tiempo, reorganiza cada año sus aguas para acoger el evento âeuros un verdadero reto logístico y un buen ejemplo de apoyo local.
¿Por qué venir?
Para probar, comparar, aprender, discutir, encontrarse... pero, sobre todo, para sumergirse en un ambiente apasionado, alejado de los salones náuticos estandarizados. En Marsella, la vela manda y los intercambios son sinceros.


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