Comienzo de la Ruta del Ron: Los navegantes sancionados y la organización reforzada

Inicio de la Ruta del Ron 2018 © J-B Ternon

La seguridad en las salidas de las regatas oceánicas es un tema espinoso. Los tribunales han respaldado a los organizadores de la Route du Rhum y han castigado a los navegantes que han infringido la ley. Entre las embarcaciones rápidas y la necesidad de seguridad, la gestión de las vías navegables está evolucionando...

22 regatistas condenados tras la salida de la Ruta del Ron

El tribunal correccional de Saint-Malo citó a varios navegantes el lunes 17 de junio de 2019. Los propietarios y patrones de los barcos fueron acusados de haber entrado en zonas prohibidas por la organización de la Route du Rhum durante la salida de la regata transatlántica de 2018. Los 22 infractores fueron multados con 250 euros. También se les suspendieron las licencias de cabotaje o de alta mar durante seis meses.

Dilema para las organizaciones: Combinar la seguridad y el espectáculo de los veleros

En la Route du Rhum de 2018 se implantó un sistema de seguridad sin precedentes. La orden de navegación violada por los navegantes preveía zonas de exclusión reservadas a los patrones de la regata, zonas para los barcos oficiales y otras para los navegantes privados. Ante el número récord de participantes, 123 barcos en la salida, y la velocidad de los nuevos maxi-trimaranes, los organizadores y las instituciones han reforzado los controles. Han conducido a estas condenas sin precedentes.

Más allá de la sentencia, son una evolución importante hacia una política sancionadora. Los organizadores de los grandes eventos de vela están así legitimados en su elección de la alineación de salida. Se les acusaría de irresponsabilidad ante el menor accidente entre veleros cada vez más rápidos y espectadores, navegantes ocasionales a menudo desinformados.

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