Airmar DX900+, el registro que da la velocidad de deriva del barco


El nuevo Airmar DX900+ ganó el premio DAME de diseño en la categoría de electrónica. Medición de la velocidad de deriva, transmisión por bluetooth... Los factores de innovación son numerosos.

Medición de dos ejes

La principal innovación del DX900+ de Airmar es la medición de la velocidad en ambos ejes. Gracias a los algoritmos de cálculo desarrollados por la compañía americana, el navegante tiene la velocidad de avance de su barco en el eje de la embarcación, pero también la velocidad de deriva.

La información será de particular interés para los marineros para conocer la calidad de sus ceñidas.

No hay partes móviles

La velocidad se mide por medio de sensores electromagnéticos. No se requieren piezas móviles, lo que limita el desgaste del producto a lo largo del tiempo. Esto también simplifica el mantenimiento.

Un sensor totalmente integrado

Más allá de los datos de velocidad, el Airmar DX900+ mide toda la información necesaria para una navegación segura. También sirve como sonda de profundidad y mide la temperatura del agua con una respuesta de alta velocidad. El DX900+ también integra un acelerómetro de 3 ejes.

La agrupación de todos los sensores en un solo elemento facilita la instalación del equipo y limita las perturbaciones hidrodinámicas.

Transmisión Bluetooth

Otra innovación del sensor es que la transmisión de datos a los repetidores se hace a través del protocolo bluetooth inalámbrico. El único cable conectado al DX900+ es el que suministra energía al sensor. Otro argumento que convencerá a los instaladores.

Steve Boucher, director general de Airmar tiene la intención de aprovechar la publicidad vinculada al DAME Design Award para desarrollar en el futuro sensores bluetooth en otros productos de la marca, tanto para la navegación a vela como a motor.

No sólo para los corredores

Para Steve Boucher, el objetivo principal es el marinero, buscando la mejor información para optimizar su rendimiento. "Sentimos que esta es una innovación que el mercado de la navegación realmente necesitaba.

Sin embargo, indica que también hay aplicaciones en el mercado de las lanchas. Uno puede imaginar el interés de conocer la deriva en las maniobras de un barco con una gran madera de estiba.

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