Suspensión de la producción y anuncio de reorganización
En un comunicado de prensa publicado el 13 de octubre de 2025, Patrick Turner, Presidente del astillero Catalina Yachts, confirma la suspensión temporal de la producción en la planta de Largo, en Florida. La empresa aduce el deseo de "reorganizar áreas clave de sus operaciones", y asume que esta pausa es una elección de gestión "responsable" ante las "dificultades financieras a corto plazo".
El astillero afirma que mantiene todos los pedidos pendientes y promete la entrega una vez reiniciada la producción. La red de distribución y los servicios posventa siguen operativos.
La comunicación oficial enmascara una profunda crisis social
Junto a este anuncio público, varios testimonios publicados en las redes sociales por empleados actuales o recientemente despedidos apuntan a una situación interna más crítica. Según estos mensajes, hace más de cinco semanas que no se pagan los salarios, se ha suspendido el seguro médico y el trabajo en la obra está prácticamente paralizado desde hace varios meses por falta de materiales y suministros.

Algunos empleados hablan de un clima de silencio por parte de la dirección y denuncian la ausencia de información concreta sobre el futuro. Según estos testimonios, parte de la plantilla ha sido despedida recientemente, sin perspectivas de un nuevo empleo o indemnización a corto plazo.
Una reciente adquisición en el centro de las tensiones
En mayo de 2025, Catalina Yachts fue adquirida por Michael A. Reardon, propietario también de Tartan Yachts, AMP Carbon y Freedom Yachts. Esta adquisición, que inicialmente recibió poca cobertura mediática, suscita ahora inquietud en el sector.

La acumulación de varias adquisiciones en un clima económico incierto plantea dudas sobre la capacidad del nuevo propietario para mantener una actividad industrial estable.
Una marca histórica en fase crítica

Fundada en 1969 por Frank Butler, Catalina Yachts se ha consolidado como uno de los grandes nombres de la construcción naval norteamericana, con más de 85.000 unidades producidas. La empresa, que ha mantenido una sólida imagen entre los navegantes estadounidenses, se enfrenta ahora a una crisis de gobernanza y tesorería que amenaza su futuro.