Polinesia Francesa: escasez de competencias en los sectores marítimo y náutico

En el 10º Foro de la Economía Azul, celebrado en Papeete, los agentes del sector marítimo sacaron una conclusión preocupante: la falta de mano de obra cualificada frena el desarrollo de numerosos sectores, desde el cultivo de perlas hasta la reparación y el transporte marítimo entre islas.

Un foro para concienciar sobre la escasez de cualificaciones

Incluso en Polinesia, la contratación y la formación son un problema. Una vez superado el escenario de postal, la situación es la misma que en Europa. Celebrado los días 14 y 15 de octubre de 2025 en la Presidencia y el CESec de Papeete, el Foro de la Economía Azul, organizado por el Cluster Marítimo de la Polinesia Francesa, ha elegido este año centrarse en el atractivo de las profesiones marítimas. Este tema revela un desequilibrio creciente entre las necesidades de las empresas y los recursos humanos disponibles, a pesar de que existe una red de 5.000 empresas que operan en actividades marítimas.

Sectores dinámicos, pero bajo presión

El cultivo de perlas sigue siendo un pilar económico de los atolones Tuamotu y Gambier, con unas ventas anuales de más de 7.000 millones de francos (60 millones de euros). La pesca de altura representa más de 4.000 millones de francos. Pero detrás de estas cifras, los profesionales luchan por estabilizar sus equipos. A falta de personal cualificado, algunas explotaciones funcionan a baja capacidad.

Lo mismo ocurre en otros sectores, como el transporte marítimo entre islas y el buceo profesional. En las Islas Marquesas, la CODIM gestiona dos buques que operan entre las islas, pero tiene dificultades para contratar marineros cualificados. "El problema es la formación de nuestros marineros. Tienen que financiarse ellos mismos los cursos", explica Benoît Kautai, Presidente de la comunidad de municipios.

Una oferta de formación dinámica pero insuficiente

Cada año, el Centro de Profesiones Marítimas de Polinesia forma a más de seiscientos aprendices en campos que van desde la marina mercante a la pesca artesanal. Pero sus responsables reconocen sus limitaciones. "Tenemos muchas peticiones y necesidades, pero no podemos hacerlo todo" admite Heifara Trafton, directora de la escuela.

La financiación sigue siendo uno de los principales obstáculos para acceder a estos cursos, sobre todo para los jóvenes de archipiélagos remotos. La cuestión de cómo adecuar los planes de formación a las necesidades reales de las empresas también surge con regularidad en los debates.

Necesidad de una gestión global del sector marítimo

Stéphane Perez, Presidente del Cluster Marítimo, insiste en la necesidad de ajustar los planes de formación inicial y continua: " Cada sector tiene sus particularidades, pero necesitamos más interfaces entre empresas y organismos de formación. "

En la práctica, los empleadores buscan tanto perfiles técnicos (mecánicos, patrones, operadores de acuicultura) como competencias transversales (gestión, mantenimiento, seguridad). Sin embargo, el aislamiento geográfico de los archipiélagos y la falta de incentivos económicos dificultan aún más la contratación y la retención.

Una economía azul con perspectivas prometedoras

Turismo náutico, acuicultura, energías marinas renovables y construcción naval ligera: la diversificación de las actividades marítimas es una palanca estratégica para la economía polinesia. Pero estas ambiciones no pueden hacerse realidad sin una inversión masiva en formación y apoyo a las vocaciones marítimas.

En un momento en que la economía azul mueve en la región más de 84.000 millones de XPF (700 millones de euros), se hace imprescindible tender puentes entre los sectores, los centros de formación y las autoridades locales. La Polinesia no es una excepción a los retos a los que se enfrentan las economías costeras de todo el mundo

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