El informe Maritime Electrification: Maritime Battery Systems and Onshore Power Supply, publicado por Bureau Veritas Marine & Offshore en mayo de 2025, analiza de forma crítica el marco normativo de los sistemas de almacenamiento de energía (ESS) a bordo de buques y las soluciones de suministro eléctrico en tierra (OPS). En un momento en que las baterías de iones de litio se están convirtiendo en un elemento central de la electrificación de la flota mundial, el documento señala que las normas siguen siendo fragmentarias, a menudo opcionales e insuficientemente vinculantes. Estas lagunas podrían comprometer la seguridad de las tripulaciones y frenar la adopción de estas tecnologías.
Seguridad de las baterías marinas: normativa fragmentada
El auge de los sistemas de almacenamiento de energía (ESS) a bordo de los buques va acompañado de una observación preocupante: el marco normativo sigue siendo parcial y no vinculante. Mientras que las normas para las instalaciones de energía en tierra (OPS) están definidas por la CEI (normas 80005-1 y 80005-3), las baterías marinas evolucionan en un relativo vacío. El principal riesgo identificado es el del desbordamiento térmico de las baterías de iones de litio, que puede provocar incendios muy difíciles de controlar.
El enfoque de Bureau Veritas: hacia la formalización técnica
En respuesta a este vacío, Bureau Veritas propone normas internas como la NR467, que especifica los requisitos de diseño, instalación y seguridad de las baterías marinas. Esta norma define los índices mínimos de protección (IP), la disposición de los compartimentos, los requisitos de control (BMS) y la gestión térmica (BTMS). Estas normas se basan en las propiedades específicas de las distintas químicas de las baterías âeuros NMC, LFP, LTO âeuros cada una con sus propias ventajas y limitaciones en términos de densidad energética, estabilidad térmica o coste.
Sistemas OPS: mejor adopción supervisada

A diferencia de los ESS, los sistemas OPS están ampliamente cubiertos por las normas internacionales. Permiten alimentar los buques en el muelle sin necesidad de generadores diésel, reduciendo así las emisiones locales. Sin embargo, la integración de estos sistemas exige una mayor normalización de conectores, tensiones y frecuencias. El planteamiento "cualquier buque, cualquier puerto" implica una armonización que aún está lejos de generalizarse. En Europa, el reglamento AFIR prevé su instalación en los puertos TENT-T de aquí a 2029.
Tipología de riesgos: más allá de la tecnología
El informe advierte de la ausencia de procedimientos normalizados de formación de las tripulaciones, protocolos de emergencia u obligaciones de mantenimiento predictivo. El entorno marino impone limitaciones específicas: humedad, vibraciones, variaciones de temperatura, atmósferas salinas, etc. Cada factor aumenta los riesgos asociados a las baterías, sobre todo a medida que envejecen. Por ello, Bureau Veritas recomienda un dimensionamiento que tenga en cuenta la degradación previsible y un diseño modular con sistemas compartimentados para limitar la propagación de incidentes.
La falta de garantías reglamentarias frena la adopción
Sin garantías reglamentarias internacionales, muchos armadores siguen desconfiando de la idea de adoptar masivamente sistemas de baterías, a pesar de la creciente presión en favor de la descarbonización (EU ETS, Maritime FuelEU, IMO 2050). El coste de la instalación, unido a la falta de visibilidad normativa, sigue limitando la rentabilidad percibida de estas soluciones, sobre todo para los buques oceánicos.
¿Hacia una gobernanza internacional de la seguridad energética a bordo?
Para que la electrificación marítima alcance todo su potencial, es esencial la coordinación internacional de las normas de seguridad. El sector podría inspirarse en la iniciativa OPS para estructurar un marco mundial para las ESS. En un momento en que el número de buques híbridos o 100% eléctricos supera el millar, esta normalización se está convirtiendo en una condición sine qua non para la aceleración del sector.