Mirka POLAROS RP 600: una pulidora diseñada para astilleros

Un motor de 750 vatios, un peso pluma y funciones electrónicas diseñadas para evitar torpezas. La nueva Mirka POLAROS RP 600 está sacudiendo los códigos del pulido rotativo, incluso en el sector náutico.

El acabado de un gelcoat o de un barniz náutico no puede dejarse al azar. Con esta idea en mente, Mirka presenta una máquina que bien podría interesar a talleres de reparación y obras especializadas: la POLAROS RP 600, una pulidora de hilo rotativo ligera, silenciosa y controlable con la punta de los dedos.

Una máquina diseñada para un uso prolongado

Con 1,75 kilos en la báscula, la Mirka POLAROS RP 600 se distingue sobre todo por su tamaño compacto. Atrás quedaron los días de las pulidoras voluminosas: aquí, la empuñadura es más parecida a la de una lijadora. Este formato permite trabajar con mayor precisión, sobre todo en zonas verticales o piezas complejas de geometría variable, como listones, ojos de buey o escotillas de cubierta.

Asistencia electrónica para limitar los daños

Destacan dos funciones: "Rampa arriba" y "Rampa abajo". La primera evita que la masa salpique al arrancar, lo que no es un detalle trivial en una máquina de acabado. La segunda reduce automáticamente la velocidad si se aplica demasiada presión. El objetivo es proteger tanto la superficie como al usuario, minimizando los errores. La lógica es sencilla: dar al operario más control, sin sacrificar la eficacia.

Mucho par, pero poco ruido

Accionada por un motor sin escobillas de 750 vatios, la máquina alcanza entre 700 y 2.500 rpm. A pesar de esta potencia, el nivel de ruido se mantiene por debajo de los 60 decibelios, lo que es una ventaja en un taller ya de por sí ruidoso. La platina de 150 mm está equipada con una almohadilla flexible, ideal para trabajar sobre gelcoat, barniz marino o lacas frágiles.