Presentada el 17 de octubre de 2025 y adoptada en primera lectura en la Asamblea Nacional, la enmienda nº IâeurosCF865 del grupo LFI introduce un "tipo incrementado" del IVA al 33% para varias categorías de productos considerados de "lujo". Entre ellas figuran los yates, los veleros de arqueo internacional superior a 3 toneladas y las embarcaciones a motor de al menos 20 CV. La medida debería entrar en vigor el 1 de enero de 2026 si finalmente se aprueba.
Las embarcaciones de recreo, oficialmente en el punto de mira

El texto se dirige específicamente a :
- embarcaciones de recreo a vela, con o sin motor auxiliar, siempre que midan al menos 3 toneladas (unos 8,25 m según los estándares actuales),
- embarcaciones con motor fijo o motor fueraborda con una potencia real de al menos 20 CV.
Esta definición abarca una gran parte de la gama actual de veleros, semirrígidas y lanchas motoras habitables. Excluye, a priori, las embarcaciones auxiliares, las pequeñas embarcaciones abiertas, las embarcaciones auxiliares ligeras y los veleros sin habitabilidad.
Una medida que preocupa al sector

Con un IVA actual del 20%, el paso al 33% supondría un incremento neto de más de 10.000 euros para un barco vendido por 80.000 euros, IVA incluido.
Según varios profesionales del sector, este aumento se repercutiría directamente en el precio final, sin posibilidad real de absorción por los márgenes, ya presionados por el aumento de los costes de los materiales, el transporte y los salarios.
Un efecto contraproducente para el sector

La industria náutica cuenta con una sólida red regional. De Bretaña al Var pasando por el Atlántico, los astilleros emplean a miles de personas en producción, mantenimiento, alquiler y gestión portuaria.
Para los profesionales, gravar los barcos como si fueran jets privados o lingotes de oro equivale a ignorar la realidad del sector:
- La inmensa mayoría de los barcos que se venden en Francia miden menos de 12 metros.
- Los compradores no son los ultrarricos, sino las clases medias altas.
- La cadena de valor va más allá de la venta e incluye equipos, veleros, electrónica y mantenimiento.
Una medida considerada ideológica por algunos actores
La exposición de motivos de la enmienda asocia explícitamente las embarcaciones de recreo al "lujo", del mismo modo que los bolsos de diseño o los relojes. El objetivo declarado es financiar una reducción del IVA sobre los productos de primera necesidad.
Pero varias voces del sector denuncian una medida más política que económica. Aunque los yates de gama muy alta representan un mercado aparte, ya tributan de forma diferente.
La subida general podría desviar a algunos compradores hacia otras banderas, otras jurisdicciones fiscales o el mercado de segunda mano, al que no afecta el IVA.
Aplicación prevista a partir de enero de 2026
Según el texto, el aumento se aplicará a las operaciones imponibles a partir del 1 de enero de 2026. Las entregas e ingresos anteriores se mantendrán en el 20%.
La medida no se aplicaría con carácter retroactivo, pero los profesionales prevén una incertidumbre considerable sobre las firmas a final de año.
Las obras de construcción podrían ver congelados o aplazados sus pedidos a la espera de una aclaración.
Si se aprueba tal cual, este aumento del IVA al 33% marcaría un punto de inflexión fiscal para el sector náutico francés. Al tratar las embarcaciones de recreo como bienes de ultralujo, el legislador altera fundamentalmente el equilibrio económico de un sector ya expuesto a la competencia internacional.
El sector se está organizando para hacer oír sus argumentos, en particular a través del FIN, pero el calendario parlamentario es apretado. Queda por ver si este impuesto se mantendrá, modificará o abandonará antes de la promulgación definitiva de la Ley de Finanzas para 2026.


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