Hélices perforadas para reducir el ruido submarino

El aumento de la contaminación acústica submarina provocada por el transporte marítimo es un grave problema para la fauna. La empresa británica Oscar Propulsion ha presentado una patente innovadora sobre hélices más silenciosas.

Hélices que limitan la contaminación acústica

En asociación con la Universidad de Strathclyde, la empresa británica Oscar Propulsion obtuvo en 2022 la patente de una nueva tecnología de hélices destinada a reducir el nivel de ruido emitido por los barcos. Denominada PressurePores, la tecnología consiste en unos orificios cuidadosamente colocados en el extremo de la pala, que limitan los vórtices en los extremos de la hélice. Al limitar los vórtices y el riesgo de cavitación mediante un mejor equilibrio de las presiones a ambos lados de las palas, el ruido emitido bajo el agua por la embarcación es menor, lo que reduce la contaminación acústica submarina.

Hélice dotée de PressurePores pour les essais à l'échelle une
Hélice con PressurePores para pruebas a una escala

Una solución eficaz y asequible

Lanzada en 2015, la investigación de Oscar Propulsion comenzó en los deportes acuáticos con el kayak y el remo, para los que la empresa británica fabricaba palas y remos cuyas palas, juiciosamente perforadas, ofrecían una fuerza de propulsión equivalente por menos esfuerzo del deportista.

Pagaie ajourée
Pala calada

En cuanto a las hélices para embarcaciones, la empresa ha desarrollado PressurePores. Basándose en cálculos de simulación hidrodinámica, Oscar Propulsion adapta la posición y el número de orificios al tamaño, la geometría y la potencia de la hélice. Las pruebas realizadas en el catamarán de 19 metros de la Universidad de Strathclyde han demostrado que los orificios reducen la cavitación en un 14% y los niveles de ruido hasta en 10 dB.

Las hélices de Oscar Propulsion pueden utilizarse en cualquier tipo de embarcación, desde portacontenedores hasta las embarcaciones de recreo más pequeñas.

Una cuestión medioambiental

Los daños causados por la contaminación acústica submarina están bien documentados y aumentan con el tráfico marítimo. Los grandes mamíferos, que utilizan las ondas submarinas para comunicarse, se ven perturbados por el ruido emitido por los buques y pueden perderse o separarse del grupo, lo que provoca cambios de comportamiento y riesgos de extinción para algunas especies. La cavitación puede emitir hasta 188 dB, mientras que los sonidos superiores a 160 dB suponen un riesgo importante para la fauna, según la Agencia Oceanográfica de Estados Unidos.

Los PressurePores son, por tanto, una forma interesante de limitar estos riesgos.

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