Editorial / La industria náutica entre la euforia y la decepción

Al comenzar el año 2021, BoatIndustry inaugura su sección editorial: una cita periódica que tratará de poner en perspectiva la actualidad de la industria náutica. Entre adquisiciones exitosas o abortadas, ¿cómo se presenta el otoño de 2021?

Edito, ¡primero del nombre!

Desde hace 5 años, BoatIndustry mantiene informados a los profesionales de la náutica de las últimas novedades del sector. El pliego de condiciones estaba claro cuando me uní al equipo de Bateaux.com para lanzar este sitio "hermano": cubrir la actualidad del sector náutico con una mirada BtoB, interesándose por todos sus oficios. Mantener la imparcialidad, tratar el máximo número de temas con la mayor claridad y rigor posibles. Aunque esta sigue siendo la consigna, se ha decidido dejar un poco de espacio para el afecto y la subjetividad inaugurando esta nueva columna: el editorial. El equipo de redacción compartirá regularmente con usted sus puntos de vista, sus análisis, sus sensaciones, sus sentimientos sobre la evolución de la industria náutica, sin dejar de estar abierto al debate y a la contradicción.

Las primeras consecuencias duraderas de Covid19

Si, como en el verano de 2020, la temporada náutica de 2021 ha visto muchos barcos en el agua, la euforia de los astilleros ante los pedidos y la afluencia de nuevos navegantes no es la misma que hace un año. Los efectos de la crisis de Covid-19 se dejan sentir a muchos niveles. Las dificultades de abastecimiento y el aumento del precio de las materias primas han puesto a prueba la tesorería. La larga ausencia de salones náuticos físicos, apenas compensada por eventos virtuales y salones privados, ha complicado la renovación de las carteras de pedidos de algunos astilleros. En cuanto al alquiler de embarcaciones internacionales, las restricciones a los viajes siguieron bloqueando la actividad. Ante esto, las estructuras más frágiles no resisten. En nuestras columnas hemos leído los anuncios de liquidación judicial de pequeños astilleros como CN Franck Roy, o Naval Force 3, pero también de pesos pesados de la industria náutica como Perini Navi o Nobiskrug . Otros están abriendo su capital, como la empresa líder en alquiler de yates Dream Yacht Charter, con la la llegada del Grupo Bénéteau a Francia . Esta última aprovecha el periodo para reestructurarse y diversificarse en el alquiler o la gestión de puertos deportivos. Del mismo modo, su competidor Brunswick está invirtiendo fuertemente en sus actividades de equipamiento con la compra de Navico.

Mantener la diversidad de la industria náutica

La crisis suele rimar con la concentración del mercado. El sector náutico no parece escapar a la regla. Esperemos que esto no vaya en detrimento de la variedad de yates y que los astilleros medianos, que son la fuente de la riqueza y la innovación del sector, sobrevivan a este delicado periodo.

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