Canadá estudia un impuesto sobre las grandes embarcaciones de recreo

Bandera canadiense en una embarcación de recreo © Steve Jurvetson (CC BY 2.0)

Canadá está estudiando la introducción de un impuesto sobre una serie de productos de lujo, entre ellos algunas embarcaciones de recreo. Más detalles sobre el proyecto y la posición de los profesionales canadienses de la náutica.

Hacia una fiscalidad de las embarcaciones de recreo de alta gama

Los medios de comunicación canadienses han informado de un plan del Gobierno para introducir un impuesto sobre una serie de bienes denominados de lujo, entre los que se encuentran algunos barcos, pero también coches y aviones. Los navegantes que posean una embarcación de más de 250.000 dólares canadienses, o unos 165.000 euros, estarán sujetos a este impuesto a partir del 1 de enero de 2022. El importe recaudado por el gobierno canadiense se calcularía sobre el menor de los siguientes valores: :

  • El 20% de la parte del precio de venta que supere el límite fiscal (100.000 dólares canadienses para coches y aviones y 250.000 dólares canadienses para barcos)
  • 10% del valor total de la propiedad.

Según el sitio web de CTV News, el documento oficial que ha consultado estima la ganancia para el gobierno federal en 604 millones de dólares canadienses a lo largo de 5 años, es decir, casi 400 millones de euros. El proyecto aún no ha sido aprobado

El sector náutico canadiense, preocupado por la financiación

La recaudación de este impuesto se destina a reequilibrar algunos de los efectos de la pandemia de Covid-19. "Aunque los canadienses han hecho sacrificios para mantener la economía en movimiento durante la pandemia, a algunos de los más ricos les ha ido bien. Los que pueden permitirse lujos pueden pagar un poco más", dice el documento citado por el sitio canadiense.

El temor a este impuesto del 10%, ya mencionado en 2020, ha hecho reaccionar a la National Marine Manufacturers Association (NMMA) de Canadá, que se ha referido al fracaso de estos planes en Estados Unidos, Italia, Nueva Zelanda y Noruega en el pasado. "Simplemente no podemos apoyar un nuevo impuesto que perjudicaría gravemente a la industria náutica, poniendo en riesgo miles de puestos de trabajo y potencialmente poniendo las finanzas del gobierno aún más en números rojos", dijo la presidenta de la NMMA, Sara Anghel.

Mientras se acumulan los informes sobre la creciente desigualdad durante la pandemia, la idea podría resultar atractiva para otros países. Aunque la compra de una embarcación de recreo es actualmente atractiva para los segmentos de población adinerados con hábitos de viaje restringidos, la aparición de este tipo de iniciativas podría ser un factor a tener en cuenta a la hora de prever la evolución del mercado.

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