A primera hora de la tarde del miércoles 2 de julio de 2025, se declaró un incendio en un edificio contiguo al astillero Grand Largue de Saint-Briac-sur-Mer (Ille-et-Vilaine). Impulsadas por el viento, las llamas se propagaron rápidamente a las instalaciones del lugar, sin dejar nada tras de sí. Nadie resultó herido, pero todo el equipo, la madera, las existencias y las herramientas quedaron destruidos.
"Dejamos la obra el miércoles por la tarde para terminar el día con una barbacoa con amigos. Irónicamente, fue en la obra donde el fuego fue más fuerte", relata amargamente el comunicado de prensa del sitio.
Un lugar emblemático para la madera clásica
Fundada en 1999, Grand Largue está especializada en la construcción artesanal de veleros clásicos en madera contrachapada y epoxi, a menudo a partir de diseños del arquitecto naval François Vivier. El primer modelo, el Stir-Ven, relanzado por Pierre-Yves de la Rivière tras haber caído en el olvido, marcó el inicio de una aventura artesanal ejemplar.
En los últimos 25 años, Grand Largue ha construido 120 unidades y suministrado más de 150 kits de construcción para aficionados. Del Minahouët al Méaban, pasando por el Pen Hir, cada unidad que sale del astillero es fruto de entre cien y mil horas de trabajo, en un espíritu de transmisión y diálogo con los propietarios.
Un hombre, una visión: Pierre-Yves de la Rivière
Pierre-Yves de la Rivière, carpintero de ribera de formación y alumno de una escuela de comercio, supo combinar desde el principio el saber hacer artesanal con la gestión empresarial. Su encuentro con François Vivier dio lugar a una colaboración a largo plazo, basada en el respeto de las líneas clásicas y la optimización de los procesos de fabricación modernos.
Aumentar la producción, a pesar de todo
A pesar de la magnitud de los daños, el astillero está decidido a reanudar su actividad lo antes posible. Con dos empleados comprometidos, una red de clientes fieles y una demanda constante de sus barcos, Grand Largue espera poder cumplir los pedidos en curso y mantener el vínculo forjado desde 1999 con la comunidad de aficionados a la vela clásica.
El astillero hace un llamamiento a la solidaridad y la paciencia. Llevará tiempo reconstruir las instalaciones de producción, pero no reavivar la pasión del equipo por la madera y la estela.
