La diferencia entre la construcción amateur y los barcos en kit
Cuando un navegante, aunque no sea profesional, construye su barco, ¡no es necesariamente un constructor aficionado! La frase puede hacer sonreír, pero demuestra que si se quiere entender la normativa, hay que empezar por establecer definiciones precisas.
La construcción amateur se limita a los barcos construidos desde cero por el propio navegante. "Los servicios comprueban las facturas de los materiales para asegurarse de que el propio navegante ha hecho el trabajo. Los únicos servicios externos autorizados son los eléctricos y electrónicos", explica Xavier Nicolas, director de la misión náutica de Affaires Maritimes.
La otra categoría se denomina "kit" o embarcaciones parcialmente terminadas. "En el primer caso, la embarcación llega cortada en una caja y sólo queda montarla. En el segundo caso, partimos de un casco nuevo. O puede ser un casco rescatado de un barrizal. El constructor construye el barco a partir de él", explica Xavier Nicolas.

¿Qué normas de navegación se aplican a las embarcaciones?
Esta separación determina la elección de la normativa aplicable. En el caso de la construcción por aficionados, se aplica la normativa nacional francesa. Se trata de la División 245 de Asuntos Marítimos. El constructor del yate firma una declaración escrita de conformidad (DEC) que acredita el cumplimiento de las normas. "Los inspectores comprueban sobre todo los aspectos de seguridad. Hay que colocar una placa de constructor con un código WIN, que incluye las letras AMA de aficionado. La embarcación es intransferible durante 5 años. Después puede venderse en toda la Unión Europea", explica Xavier Nicolas.
Por otro lado, las embarcaciones en kit y parcialmente terminadas están cubiertas por la Directiva Europea de Embarcaciones de Recreo 2013/53/UE y el conjunto de normas CE asociadas. En este caso, hay 2 tipos de comercializador: el usuario final o un profesional que construye una embarcación para otra persona. En ambos casos, deben obtener de las autoridades un código de fabricante que se identificará en el código WIN de la embarcación. Tanto si se trata de un particular como de un profesional, el constructor tiene entonces la condición de fabricante y debe firmar una DEC de conformidad con la Directiva europea para toda la embarcación. Puede tratarse de una DEC única o de una DEC de tipo, si el fabricante construye una serie de embarcaciones idénticas. El fabricante es el único responsable del cumplimiento de los requisitos de la norma. Por su parte, el proveedor del kit o del casco proporciona una DEC "a medida que avanza la embarcación". "En el caso de un kit, sólo se comprometen con los tablones que entregan. Puede suministrar los planos, pero no es responsable de su ejecución. El DEC global es responsabilidad del fabricante final", explica Xavier Nicolas.

Identificar al constructor y proteger al navegante
"El objetivo de la norma es garantizar que el responsable esté lo más cerca posible del navegante", resume el responsable de Asuntos Marítimos. Además de las embarcaciones en kit, el sector de las semirrígidas está acostumbrado a las embarcaciones parcialmente terminadas, en las que se compran por separado los cascos, las secciones de popa y los motores. Es esencial garantizar el cumplimiento de la normativa. "Cuando un navegante compra un barco, que a veces se le presenta como personalizado in situ, es prudente que se asegure de quién ha construido realmente la embarcación. Para ello, hay que enseñar a los navegantes a entender los códigos WIN. Saber que cuando empieza por CN, se trata de un constructor chino", afirma Xavier Nicolas.

Affaires Maritimes está estudiando la conveniencia de modificar la normativa para proteger más a los aficionados a la construcción de barcos. "Nos preguntamos si no habría que distinguir entre los que montan barcos para sí mismos y los que los montan para otros, para acercarlos a los constructores aficionados. No tendría que hacer un CTA sobre la compleja directiva europea, que no siempre entiende. Para meterse en el agua, ¡a veces estaría firmando su propia sentencia de muerte sin darse cuenta! Por otro lado, añadiríamos la garantía de intransferibilidad de 5 años, que es al menos tan importante como un trozo de papel", concluye el director de la misión náutica.