Aurelius, propietario del grupo Hanse Yachts, tomó una participación mayoritaria en el capital de Privilège Marine en la primavera de 2017. ¿Cuál es su opinión sobre la situación actual?
Gilles Wagner: Creo que hemos elegido bien el comprador. Todos los pequeños astilleros llegan a un punto en el que tienen dificultades. O bien optan por quedarse con un volumen pequeño, o quieren aumentar su producción y entonces necesitan apoyo. Con el grupo Hanse Yachts, contamos con el apoyo del segundo mayor constructor de veleros del mundo y el decimoquinto de barcos a motor. El modelo de negocio de Hanse nos conviene. Ya tienen 6 marcas y cada una mantiene su ADN. No hay cascos comunes entre las gamas. La estrategia está claramente identificada: se trata de apoyar la marca Privilège Marine, manteniendo nuestra identidad. El astillero permanece en Les Sables d'Olonne. Sigo siendo presidente, con mi opinión, y no me convierto en un simple administrador del sitio. Vamos a empujar el astillero hacia la excelencia y no hacia el volumen, como otros han optado por hacer. Esto es importante para mí. Cuando plantamos perales durante 5 años, ¡no era para hacer manzanas!
El cambio se ha visto y la vuelta a la fluidez de los pagos nos ha permitido recuperar la confianza del mercado y de nuestros socios. En resumen, diría que volvemos a ser un astillero como cualquier otro, que piensa en sus nuevas gamas de barcos y no en cómo financiarse al día siguiente.
¿Cómo se traduce la llegada de Hanse en términos concretos en el astillero Privilege Marine?
Gilles Wagner: Estamos poniendo las cosas en su sitio. La idea es utilizar sus métodos allí donde sean mejores. Pero también va en la otra dirección. Después de visitar la oficina de diseño de Hanse en Les Sables d'Olonne, sus ingenieros encontraron ideas que tomar.
Tenemos tres prioridades principales: compras, industrialización y ventas. Mantenemos nuestros departamentos de compras, pero contamos con el apoyo de Hanse. El objetivo sigue siendo satisfacer a nuestros clientes, con los productos adecuados. Hanse no es un asesino de costes. Para la producción, hemos realizado una auditoría de nuestros procesos, con el objetivo de organizar mejor nuestro trabajo y tener un enfoque más parecido al de la industria. Utilizaremos sus herramientas de planificación.
Para hacer frente a nuestro desarrollo, tenemos planes de contratación, con una treintena de puestos por cubrir, tanto en la oficina de diseño como en la producción.
¿Y el aspecto comercial?
Gilles Wagner: Seguimos con nuestra red histórica, pero a través de Hanse Yachts tenemos más de 200 nuevos distribuidores potenciales para reforzarla. Actualmente estamos trabajando en la puesta en común de archivos. También se está planificando un nuevo sitio web.
En términos de ventas, la llegada de Hanse ha tranquilizado a los clientes. Tras el anuncio de la adquisición, quedaron disponibles tres prospectos de catamaranes de la serie 5.
¿Cuáles son los planes para la marca Feeling?
Gilles Wagner: Nos damos el tiempo que necesitamos. Está claro que la marca Feeling es menos esencial para Hanse, y cuando no es necesaria, ¡debe ser productiva! Por lo tanto, no hay necesidad de retocar. Algunos clientes esperan que lo hagamos porque es una marca de afecto a la que están apegados.
