El mundo de los saildrives sigue evolucionando con la llegada de los modelos Yanmar SD110 y SD150. Diseñados para yates monocasco y multicasco de hasta 65 pies, estos sistemas amplían el alcance de la propulsión integrada a embarcaciones más potentes.

Ampliación de la gama a unidades de mayor tamaño

Hasta ahora, los saildrives Yanmar estaban diseñados principalmente para motores de potencia media. Con los nuevos modelos, el fabricante ofrece ahora soluciones para motores de 80 a 150 CV. El SD110 se combina con los motores de cuatro cilindros 4JH80 y 4JH110, mientras que el SD150 está diseñado para el bloque 4LV150, por lo que resulta ideal para yates de mayor tamaño, cruceros monocasco y catamaranes con mayores requisitos de potencia.

Instalación e integración simplificadas

Ambos modelos incorporan las ventajas que han hecho del saildrive todo un éxito: montaje directo en el motor, sin necesidad de una compleja alineación del eje, y una placa base compacta que libera espacio en el compartimento del motor. Para las obras, esta configuración reduce el tiempo de instalación y las limitaciones de ajuste. El uso de un control electrónico y un embrague hidráulico también contribuye a normalizar la instalación.

Navegación cómoda y vibraciones reducidas

Reducir el ruido y las vibraciones sigue siendo un objetivo clave para las tripulaciones. Los SD110 y SD150 están disponibles con una hélice plegable Flexofold, famosa por reducir la resistencia bajo vela. La combinación de control hidráulico y motores common-rail está diseñada para mejorar la flexibilidad de uso, al tiempo que garantiza una mejor absorción de las vibraciones. En la práctica, los navegantes se beneficiarán de un mayor confort acústico y un manejo más suave.

Mantenimiento y red mundial

Los saildrives Yanmar se distribuyen a través de una red de servicio presente en más de 130 países. Este es un argumento clave para los propietarios que planifican programas en alta mar, donde la disponibilidad de piezas y las competencias de los técnicos son cruciales. El mantenimiento sigue siendo comparable al de las generaciones anteriores, con un cambio de aceite de pie y un control de las juntas, operaciones bien conocidas tanto por los navegantes como por los profesionales.