Sweden Yachts Group: encarcelado un directivo tras una estafa masiva

El Tribunal de Distrito de Uddevalla (Suecia) ha condenado a Mattias Rutgersson, antiguo director del astillero Sweden Yachts Group, a un año de prisión y tres años de prohibición de toda actividad comercial. Esta decisión pone fin a un caso de fraude concursal que sacudió el sector de la construcción de embarcaciones de recreo.

Malversación sistemática de fondos durante varios años

Según la sentencia, Mattias Rutgersson organizó durante varios años un sistema de pagos anticipados a clientes por yates que nunca se entregaron. En varios casos, las embarcaciones encargadas sólo existían en forma de moldes, a pesar de que los anticipos se habían abonado en su totalidad. Las sumas malversadas superaron los cuatro millones de euros, transferidos entre distintas empresas y utilizados en parte para saldar sus deudas personales, en particular fiscales.

El tribunal detectó un total de siete incumplimientos graves de los requisitos contables, calificados de "no menores", y documentó la ausencia de informes financieros anuales a pesar de los numerosos recordatorios.

La quiebra revela una gestión opaca

Cuando el grupo Sweden Yachts quebró a finales de 2023, sus activos disponibles se limitaban a menos de 12.000 euros, frente a más de 4,1 millones de euros en créditos impagados. El administrador concursal señaló deficiencias contables tales que no fue posible datar con precisión el estado de insolvencia, que probablemente se hizo efectivo ya en 2020.

La malversación de fondos ha quedado formalmente establecida: 373.000 euros de las arcas de las empresas Sweden Yachts Group AB y Sweden Yachts Group Marin AB se utilizaron para pagar deudas fiscales privadas, lo que constituye la base de la condena por fraude fiscal agravado.

Sentencia inapelable para un reincidente

El tribunal señaló que Rutgersson ya había sido condenado por delitos contables en el pasado. En consecuencia, no se consideró ninguna alternativa a la pena de prisión. La sentencia también incluye una multa fiscal del 40âuros¯% sobre las cantidades malversadas, así como todos los atrasos adeudados a las autoridades fiscales.

Mattias Rutgersson tiene hasta el 2 de julio para presentar un recurso, pero ya ha admitido parte de los hechos en el juicio y no ha impugnado la prohibición de ejercer.

Consecuencias para los clientes y el sector

Este caso pone de manifiesto los riesgos que corren los compradores cuando una obra tiene garantías financieras frágiles o no se gestiona de forma transparente. Muchos clientes, sobre todo en Alemania, han perdido la totalidad de sus anticipos sin posibilidad de recurso rápido, a falta de un seguro específico o de una garantía bancaria.

Para el sector de la náutica de recreo, este caso pone de relieve la importancia de establecer mecanismos de protección para los clientes, como garantizar los pagos a cuenta o comprobar rigurosamente la salud financiera incluso de los astilleros más reputados.

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