Editorial / Barcos pequeños y grandes astilleros: ¿los nuevos navegantes están cambiando la ecuación?

Dufour 32

Después de las grandes embarcaciones de Cannes, ahora le toca el turno al Grand Pavois, que presenta novedades, en la mayoría de los casos embarcaciones más pequeñas. Si los grandes astilleros fueron discretos estos últimos años, dejando el protagonismo a los constructores más pequeños, la edición de 2021 parece marcar su regreso a este nicho. ¿Es un deseo de responder a los nuevos propietarios de yates? ¿Un cambio en la ecuación económica?

Del Oceanis 34.1 al Dufour 32

En el Grand Pavois 2021, Dufour y Bénéteau lanzarán los "pequeños" yates de su catálogo. Mientras que Bénéteau desvelará el Oceanis 34.1, Dufour presentará por primera vez su Dufour 32. El salón náutico de Rochelais confirma así su estatus en el sector de la vela y asiste a la presentación por parte de los grandes astilleros de esperadas novedades, mientras que en los últimos años la animación y las buenas sorpresas en el puerto de Les Minimes han venido más bien de constructores de tamaño modesto.

¿Respondiendo a los neo-agradables?

Podemos hablar de la noción de barco pequeño. Hace unas décadas, un velero de más de 30 pies en un puerto ya era una unidad hermosa. La gama principal de los grandes astilleros de monocascos se ha desplazado gradualmente hacia los de 40 pies, acompañando la demanda de confort, pero también la evolución de la edad y los ingresos de los propietarios actuales. En la actualidad, el envejecimiento de los navegantes es un fenómeno identificado pero no abordado. Un barco grande puede ser intimidante para un principiante. ¿Podrían los nuevos modelos eliminar algunos de los obstáculos, sobre todo teniendo en cuenta que la crisis ha dado lugar a un nuevo apetito por la navegación?

¿Qué rentabilidad tienen los barcos pequeños?

Suele haber un argumento económico para justificar la ausencia de barcos pequeños de los principales constructores de yates. El margen es demasiado bajo. Aunque el grupo Bénéteau construye muchas pequeñas embarcaciones a motor, su gama de pequeños veleros de menos de 30 pies desapareció por completo antes de la adquisición del astillero esloveno Seascape. Dufour también está ausente. Los pequeños astilleros, cada uno con su propia identidad, han sido capaces de mantener su creatividad en el segmento de menos de 30 pies. Pero el volumen de barcos producidos sigue siendo bajo. ¿Podemos imaginar una vuelta de los grandes a este mercado para ofrecer un producto de entrada y fidelizar a los nuevos navegantes, aunque sea aceptando márgenes más bajos? ¿O el mercado de segunda mano seguirá siendo la puerta de entrada a la náutica? La evolución de las diferentes gamas se observará sin duda en los próximos años.

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