Entrevista / El barco en la impresión 3D, un proyecto de colaboración con Mini Sprint

Modelo del velero Mini Sprint en impresión 3D

Philippe Roulin, el arquitecto naval que dio origen al proyecto Mini Sprint, explica a BoatIndustry el desarrollo de su barco en la impresión en 3D, sus apuestas tecnológicas, industriales y económicas para la navegación.

¿Puede explicar la génesis del yate Mini Sprint y su impresión en 3D?

Philippe Roulin: A petición de los clubes de vela, especializados en la discapacidad o simplemente interesados en mejorar la accesibilidad a este deporte, empecé a trabajar en un pequeño barco para personas con movilidad reducida (PMR). Las especificaciones eran de un velero de dos plazas para sustituir a los monoplazas existentes, de diseño antiguo. La entrega del primer barco estaba prevista para abril de 2016, antes de la Vendée Globe. Así que nos inspiramos en el estilo IMOCA, con un proyecto que no vio la luz para organizar regatas en la cuenca de Sables d'Olonne en barcos con los colores de los equipos oficiales. Para la construcción del primer prototipo, un velero de 4 m de largo, buscaba una FABLAB para producir algunas piezas en impresión 3D. Me acerqué al ICAM de Bretaña, una escuela de ingeniería con sede en Vannes. En las discusiones con el equipo muy dinámico, llegamos a prever la fabricación de todo el barco con impresoras 3D. Desde entonces, otros asociados se han sumado al proyecto, como Compositic, el laboratorio de materiales de la Universidad de Bretaña Meridional, Nanovia, fabricante de materiales para las impresoras tridimensionales, Terre de Lin para los tejidos de lino, Sicomin para las resinas y el CEDREM, que realiza análisis estructurales.

¿Qué ventajas técnicas espera obtener de este nuevo método de construcción?

Philippe Roulin: El objetivo no es imprimir un barco diseñado con los métodos existentes. El método de diseño debe ser revisado. Con la impresión en 3D, podemos deshacernos de los problemas de desmoldeo. También podemos prescindir de los mamparos y estructuras en el sentido actual.

También estamos trabajando en los materiales. Probamos el producto suministrado por Nanovia, que es molible. Después de reciclarlo 7 veces, no hubo pérdida de características mecánicas, según nuestras pruebas.

¿Qué ganancias económicas espera obtener?

Philippe Roulin: La principal ventaja es el ahorro de tiempo en comparación con la construcción convencional. El objetivo es producir un barco a la mitad de su equivalente tradicional. Para lograrlo, también estamos trabajando paralelamente en el desarrollo de grandes impresoras 3D a precios accesibles para los astilleros, lo cual no es el caso hoy en día.

¿Cuál es el calendario de desarrollo del Mini Sprint?

Philippe Roulin: El primer barco, construido en material compuesto con métodos tradicionales, fue botado en julio de 2017. Ya ha tenido un gran éxito durante las pruebas, con PMR, pero también con los navegantes sin problemas, que lo ven como un apoyo ideal para navegar en pareja.

El primer Mini Sprint impreso en 3D será presentado en el Nautic 2017. Tendrá una piel exterior adicional hecha de fibra de lino y resina de origen biológico para evitar cualquier riesgo de impermeabilización. Luego trabajaremos en el material para prescindir de cualquier laminación.

Splashelec, especialista en botes de mano, se está posicionando como el principal distribuidor.

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