Crecimiento controlado en un segmento muy competitivo
Sanlorenzo cerró su ejercicio 2024 con unas ventas de yates nuevos de 840,2 millones de euros, lo que representa un crecimiento anual del 10%. Este crecimiento se debe principalmente al crecimiento de la línea Superyacht (+19%) y al desarrollo de Bluegame (+20,2%). Los modelos BGM75 y BG54 han sido especialmente bien acogidos, posicionando a Bluegame como un segmento innovador y transversal entre los yates a motor y los barcos de exploración.

Resultados financieros sólidos y mayor rentabilidad
El Grupo registró un EBITDA de 157,5 millones de euros (+21,5%), lo que representa un margen del 18,7%. El beneficio neto ascendió a 92,8 millones de euros, un 25,2% más que en 2023. Estos resultados reflejan una rigurosa estrategia de control de costes, optimización de las series y progresivo ascenso en el segmento del acero y el aluminio.
Posicionamiento internacional contrastado

El desglose geográfico muestra un fuerte crecimiento en Europa (+38,3%) y Oriente Medio (+83,7%), mientras que los mercados norteamericano (-46%) y asiático (-15,8%) retroceden. Sanlorenzo ha anunciado una reorientación táctica hacia sus mercados históricos y la búsqueda de acuerdos específicos con distribuidores estratégicos.
Una política de inversión centrada en la innovación
En 2023, Sanlorenzo ha destinado 44,5 millones de euros a inversiones industriales. Esto incluye la ampliación de sus instalaciones de producción, especialmente en La Spezia, y el desarrollo de modelos de propulsión alternativos. El programa más emblemático es el 50Steel, el primer superyate que se anuncia con un sistema ecológico de pila de combustible de hidrógeno. Esta iniciativa forma parte de la estrategia "Road to 2030" del astillero, centrada en la neutralidad parcial del carbono.

Sanlorenzo confirma su estrategia de consolidación de la gama alta y de inversión a largo plazo en innovación y sostenibilidad. En un contexto de endurecimiento de la competencia y de crecientes aspiraciones medioambientales, el Grupo mantiene una trayectoria decididamente agresiva. Los indicadores para 2025 apuntan a una estabilización de la demanda en Europa y a una reactivación progresiva de los mercados estadounidenses.