Bathô: El astillero de reciclaje de barcos fuera de uso no ha encontrado su modelo de negocio

La aventura de Bathô llega a su fin en junio de 2024. El insólito astillero que transformó barcos de recreo en desuso en alojamientos insólitos no ha encontrado su equilibrio comercial, como explica su director operativo, Thibault de Saint-Olive.

El astillero de Bathô cierra

Bathô cesará su actividad en junio de 2024. 6 años después de su creación, la empresa de Economía Social y Solidaria especializada en el reciclaje de cascos de barcos abandonados ha anunciado este 17 de abril de 2024. Vendido por sus fundadores al grupo SOS en 2021, el astillero insólito, como se le conocía, estaba situado en las afueras de Nantes y empleaba a 4 personas para transformar y comercializar sus productos.

Un modelo de negocio demasiado frágil

El Director General de Operaciones, Thibault de Saint-Olive, hace un lúcido balance de una situación económica que no permite a Bathô alcanzar el equilibrio financiero: "Hay un problema de mercado. En nuestro caso, un Bathô estándar representa unas 600 horas de trabajo, incluida la formación y el perfeccionamiento, y en él intervienen seis oficios diferentes. En consecuencia, nuestro coste unitario (con pequeñas tiradas de producción, porque cada Bathô es único) comparado con el de un bungalow nuevo estándar es bastante diferente. Hay poca gente dispuesta a pagar más por el upcycling. Los clientes buscan rentabilidad con las casas móviles"

Sin embargo, el proyecto era y sigue siendo atractivo, como confirman los trabajos realizados en los últimos meses: "Tenemos más de 2.000 clientes potenciales en nuestra base de datos y nuestros mailings logran tasas de apertura superiores al 40%, pero eso no basta"

En asociación con APER, Bathô tenía un gran potencial de existencias, pero no había salida.

Salvar los barcos de la destrucción

A la espera del cierre definitivo, Bathô retira del mercado sus barcos transformados a precios reducidos, mientras que las existencias de unidades no transformadas se enviarán al desguace, con el corazón encogido", resume Thibault de Saint-Olive, esbozando el programa de las últimas semanas: "Tenemos una última instalación en junio en el Norte. Por lo demás, el objetivo es evitar en lo posible que se desguacen los barcos que hemos empezado a modificar."

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